Bloque 7. Diseño de bandas sonoras

 

 


Criterio de evaluación:

Integrar el sonido e imagen en un producto multimedia, audiovisual o programa de radio, aplicando los recursos expresivos del lenguaje sonoro y relacionando sus posibilidades de articulación y combinación según los tipos de destinatarios.

 Estándares de aprendizaje evaluables:

1.1. Especifica el valor funcional, expresivo y comunicativo de los recursos sonoros empleados en la construcción de la banda sonora de una producción audiovisual o radiofónica.

1.2. Reconoce las aportaciones tecnológicas y expresivas que el sonido aportó en el proceso de transformación del cine mudo al cine sonoro.

1.3. Identifica los recursos específicos de lenguaje sonoro empleados en su construcción de la banda sonora de una producción audiovisual.

1.4. Diferencia las características estructurales, expresivas y funcionales de los géneros radiofónicos, a partir del análisis de las parrillas de programación de distintas emisoras de radio.

1.5. Elabora mediante aplicaciones digitales la banda sonora de un producto audiovisual sencillo o multimedia y de un programa de radio, dando respuesta a sus requisitos comunicativos.

1.6. Analiza y valora los productos de audiodescripción y subtitulación de obras audiovisuales y multimedia para la atención a la discapacidad visual y auditiva.



DISEÑO DE BANDAS SONORAS.


Análisis de los fundamentos expresivos del sonido.

No vamos analizar la expresividad de la Música, que es algo muy complejo, pero sí cómo empleamos el sonido en las producciones audiovisuales.


Incorporar el sonido a la imagen en movimiento es algo que no ocurrió desde el principio de la cinematografía. Ni siquiera llevamos cien años con las películas sonoras y, aunque os parezca mucho, no es gran cosa si lo comparamos con toda la historia del arte, especialmente del teatro. Así que al principio los actores y cineastas se valían sólo de la acción, la representación y los títulos incluidos en las escenas (intertítulos). Era más cinemático y visual.


Cuando en 1927 se logró sincronizar el sonido con la imagen, empezó una nueva era del cine. Antes podía haber sonido al tiempo que la película, pero sólo eso. Era un pianista o un grupo de músicos tocando al tiempo, una gramola sonando al tiempo, pero no estaba incorporado a la cinta y no iba parejo a la imagen. Aunque se hacían verdaderas maravillas, no es el sonido que vamos a trabajar.


El sonido óptico se añadió a la película tras muchos intentos desde la década de 1910, no llegando a estandarizarse hasta la de 1930.

Después de esta introducción, vayamos al tema. Los sonidos de un producto audiovisual pueden ser clasificados en tres: diálogos, sonido ambiente (ruido) y Música. Para el reproductor de películas todo es igual, pero no así para nosotros. Así que debemos esmerarnos en dar una capa correcta a cada uno de ellos. Siempre el diálogo en primer plano, la Música en primero cuando sea central o en segundo cuando sea acompañamiento y el sonido de ambiente en segundo plano, salvo cuando sea necesario destacarlo (o cuando se destaque él mismo, como con una señal de alarma, tan ruidosa).


Una vez vistos los planos y los posibles sonidos que tendremos que incorporar a la obra audiovisual, tenemos que ver su función expresiva. Principalmente tendrá una función dramática e informativa, incorporando la información que nos es necesaria para entender la trama y el argumento. Pero incluso los ruidos ayudarán. No nos quedemos sólo en la palabra. Prueba a ver una película (al menos un fragmento) en un idioma que desconozcas e intenta comprender qué está explicado por los diálogos y qué por las acciones (incluyendo también la Música y el sonido ambiente).


Por otro lado (y esto es muy propio de los videoclips, pero no exclusivo de ellos), el sonido ayuda igual que las imágenes a crear una estructura comunicativa, principalmente por el ritmo, pero no sólo, ya que podemos contar con la estructura narrativa de una obra musical y también con la evolución natural de un sonido.


Aportaciones expresivas del sonido en la transformación del cine mudo al sonoro.

El comienzo del sonoro supuso el final de muchas carreras de actores de cine mudo que no pudieron o no consiguieron adaptarse al nuevo cine. El mayor atractivo del sonoro para los primeros espectadores fue el sustituir los intertítulos por los verdaderos diálogos. La simple traducción de una imagen a los distintos idiomas se convirtió en el camino a los subtítulos, por un lado, y al doblaje, por otro.


Después, con más calidad, la Música pasó de los títulos de crédito a ser la protagonista de los primeros musicales del cine. Y por último, el uso del efecto de sonido ayudó a que las películas fuesen más cercanas a la experiencia de vivir la historia. Es el sonido ambiental el que más ayudó a conseguirlo. El diálogo se podía leer en los carteles de los intertítulos y la Música se podía hacer en directo en la sala de cine, pero traer el sonido de la calle, de una manada de animales corriendo, de un avión sobrevolando por encima de las cabezas... eso sí que era cine.


Valores funcionales y expresivos de la intensidad, el tono y el timbre.

Los elementos del sonido son cinco: duración, intensidad, timbre, altura y espacio. Cada uno de ellos va a poder ser usado en el cine, independientemente de si estamos empleando diálogos, sonidos o Música.


La duración permite centrarnos en la estructura y la temporalización de la escena. La intensidad actúa como reclamo, tanto a la alta como a la baja. El timbre hace referencia a una propiedad que nos permite identificar un sonido en concreto. Por ejemplo, reconocer la voz de un actor y no confundirla con la de otro, reconocer un instrumento o una fuente de sonido cualquiera. La altura está íntimamente relacionada con la Música y las notas musicales, pero también sirve para entender un mensaje, si está en enunciado en voz chillona o autoritaria y grave. Por último, el espacio, la procedencia del sonido. Importatísimo el espacio para el sonido en el cine de nuestro tiempo (también en el estéreo), con las salas ubicando las fuentes sonoras donde corresponda.


Adecuación de la música y de los sonidos a las intenciones expresivas de los mensajes audiovisuales. Función del sonido en un montaje.

La Música y el sonido, igual que la imagen, deben ser vehículo para los mensajes audiovisuales que queramos ofrecer al espectador. Esto nos llevará en algunos casos a emplear tópicos (música suave para escenas románticas y rápida para las escenas de acción). Pero también hay otros medios para conseguir el mismo efecto. Por ejemplo, mediante el audio y el sonido de ambiente; mediante el diálogo y los tonos de los actores y empleando temas reconocibles a modo de leitmotif.


El sonido sirve como hilo conductor en el montaje. Como hemos hablado en las sesiones dedicadas a la animación, vimos que en la versión original se graban los diálogos para luego emplear el ritmo y la duración de éstos como directriz de lo que se va a dibujar y animar (posición de los personajes, de las bocas y de sus expresiones). De la misma manera el sonido nos permite crear las emociones en el espectador. Por ejemplo, si hay una explosión, el sonido se adelanta un segundo o menos para anticiparse a lo que va a ocurrir y así el efecto se acentúa.


Aplicación de las dimensiones espacio-temporales del sonido a la construcción de bandas sonoras.

Cuando un compositor de bandas sonoras tiene encargada la función de acompañar a la película con su Música, debe guiarse por los ritmos y tiempos de la película. No basta tener una idea de cómo es el argumento, haberlo hablado con el director, el guionista y el productor para conseguir su aprobación ni contar con un tema memorable que hará que los espectadores lo asocien a la película. Es necesario tener la obra completa (al menos las escenas principales montadas) para contar con los "mapas de tiempo" que son imágenes en la pantalla con un punto enorme cada vez que tiene que sonar algo y una barra que va de izquierda a derecha para que el director pueda llevar el tempo correcto de la Música y caiga en el "cue" o pista.


Ritmo. Fidelidad. Sincronismo. Sonido diegético y no diegético.

Como hemos visto, el ritmo se genera con las imágenes en las escenas, pero el ritmo interno se puede fomentar, incluso crear con la Música y los sonidos. Para ello debemos coreografiar el sonido y su coordinación con las imágenes. Sincronizamos el sonido con la escena y la acción de la misma.


La distinción entre diegético y no diegético, como vimos, es un elemento clave del sonido en la escena. Si suena desde una fuente que los personajes pueden escuchar, el sonido es diegético y si es de ambiente para el espectador y los personajes no podrían oírlo, es no diegético.


Técnicas de construcción de la banda sonora. El sonido en el multimedia.

Cuando se crea la banda sonora, si no hay mucho presupuesto, se confía en que el autor de la Música va a ser capaz de crear algún momento memorable y haga su oficio de la mejor manera posible. Siempre se va con el presupuesto muy ajustado en una pequeña producción, por lo que esta confianza y las conversaciones con el guionista y el director deberían bastar para crear algo medianamente decente.


En una gran producción no debiera ser así. Un director se tendría que sentar con el compositor y dar su opinión de lo que quiere alcanzar en cada momento. Y eso puede llegar a ser un trabajo parejo a la realización de un guión técnico. Después, el resultado final se graba con medios suficientes a la altura de la propia producción.


Otro asunto es la producción multimedia. En unos casos honrosos, el mismo autor tiene conocimientos de Música y crea su propia ambientación. En otros, se recurre al empleo de obras conocidas, sobre las que se obtienen los derechos de reproducción y en situaciones menos ventajosas, se recurre a obras de derechos libres o abiertos. En todos los casos, habrá mayor o menor acierto, según la pericia del montador.


Procesos de elaboración de productos de audiodescripción y subtitulación.

La autodescripción hace referencia al empleo de textos que sirvan para explicar lo que la propia producción audiovisual pueda requerir como explicación. Pueden ser los carteles al estilo del cine mudo (intitulación), una "pista" de subtítulos especial o cualquier "pop-up" que podamos incorporar al estilo de YouTube.


Los subtítulos, en este caso, sirven para traducir lo que se dice sin cambiar el audio o, en ciertas películas, para incorporar frases o carteles en idiomas distintos del principal y no tener que traducirlos, siempre con fines artísticos y de ambientación.


TÉCNICAS DE REALIZACIÓN DE PROGRAMAS DE RADIO:


Géneros radiofónicos.

Los géneros radiofónicos se pueden catalogar en dos, según su función. El primero es el informativo, como medio de transmitir noticias, y el segundo el de entretenimiento. Hoy en día, incluso el género de noticias puede ser visto como una parte del entretenimiento y no por ello verlo como algo menor al puro género informativo.


Dentro del entretenimiento, debemos ver los géneros de programas de radio fórmula, especialmente los programas de Música, pero también los de variedades, con breves noticias (de cualquier tipo), secciones de opinión, tertulia, participación del oyente, concursos, espacios musicales, entrevistas, etc. Por último hay una serie de programas culturales en los que la entrevista es el núcleo central, pero también incluyen reportajes sobre un tema.


Signos de puntuación en la radio: sintonía, cortina, ráfaga y golpe musical.

La radio, aún siendo un medio únicamente sonoro, también emplea el sonido y la Música como efecto, de manera similar a la producciones audiovisuales.


El primero es la sintonía, la Música reconocible que abre el programa antes de los contenidos. Podemos encontrárnosla también al final del programa. La cortina es una breve pieza musical o efecto sonoro que da paso a las distintas secciones. La ráfaga tiene una función similar a la cortina, pero por su brevedad puede servir dentro de una misma sección para separar dos partes o para dar un descanso al locutor. Si la cortina sirve como el punto y aparte (incluso un cambio de capítulo), la ráfaga sería un punto y seguido. El golpe musical sería crear un efecto (llamada de atención), una coma o una exclamación.


El guión de radio y la escaleta.

Un guión radiofónico no es muy diferente de un guión de un medio audiovisual, salvando la evidente diferencia de no tener que grabar imágenes. Por lo demás, es un guión técnico en sí mismo. Principalmente son literarios con indicaciones técnicas y de paso a las diferentes secciones. En este caso, estarán abiertos, frente a las dramatizaciones, que son guiones igual que en una película o una obra de teatro.


Suelen ser a dos columnas (igual que una escaleta) y se les suele llamar europeos, a diferencia del americano a una columna, más típico del cine.